lunes, 11 de septiembre de 2023

Volviendo del vacío... (sacando la cabeza del hoyo)

Haré esta entrada rápida solo porque hoy, hace 10 años mi papá empezó a estar mal... dentro de unos meses hará 10 año de muerto, pero por ahora no quisiera tratar el tema desde la tristeza o la desesperación.

Hace un mes, más o menos me leí el manga que cambió mi realidad.

Bueno, como pocos saben, me gusta obsesionarme con alguna cosa de vez en cuando; esto me pasó con el manga que mencioné la vez pasada, tanto así que me mandé a pedir a Japón los 11 tomos y una edición especial del tomo 4 que venía con una linda mini carpetita (todo chiquita, toda bonita). Y traté de leerla en japones...

Perdón que divague, pero aun me late muy fuerte mi corazoncito cuando tomo los tomos y los vuelvo a hojear, pero voy al punto.

Entendí el porque este manga está significando tanto para mí y es porque me identifico con dos de los personajes. Uno que piensa con todo su ser que puede traer a alguien que ya se ha ido, quiere que todo regrese a "la normalidad" que fue su realidad, no acepta que ha perdido no solo a su contraparte, sino todo lo que estructuraba su mundo y llega hasta traicionar a sus compañeros, a los "niños" que se supone le ayudan con su deber. Por otro lado, está el que no acepta cambiar su realidad aunque esta cambia por la aparición del primero, piensa que no es el indicado para llevar acabo la tarea y, sin embargo, acepta casi casi por inercia lo que el primero le dice, la incertidumbre de un futuro y la incomodad hacia con otros lo hace aislarse y creerse medio edgy. Estos personajes (como otros dos) junto con la trama han hecho que reflexione mientras pienso y pienso en este manga.

Las personas se van y no se pueden regresar, no podemos obligar a otros a ser como ellos, y aunque no podemos reemplazarlos, hay gente con la que podemos relacionarnos.

Me ha costado un montón llevar el duelo de M, aun no lo acepto del todo, pero sé que encontraré la manera de hacerlo, como lo hice con mi papá, como lo hice con Mel y como lo hice con mis abuelos. Aun duelen, en mas o menor medida, pero esas perdidas duelen y me acurruqué en unos dibujitos hermosos que me están ayudando a ver las cosas de diferente manera.

Creo que este gusto va más allá de la obsesión que suele invadirme, no sé, estoy tranquila (aunque a veces aun siento esos mini ataques donde los pensamientos intrusivos se manifiestan y las ansias vuelven), quiero mantenerme tranquila y si se puede un poquito más que contenta.

Ahora que lo pienso, no sé desde cuando no escribo sin tanta pretensión dramática con la que me encanta escribir. Por ahora, lo mantendré sencillo.

Leeré más de la autor y a ver que más le puedo sacar a sus obras.


ATTE

Diana Albatou


uf, si que divago un montón 

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