Susurros

 Antes escuchaba los gritos de mi conciencia y de mis otras partes diciéndome cosas hirientes, cosas pendejas, cosas coherentes...

Después de la terapia todo estaba bajo control, los pensamientos estaban en orden y las conversaciones conmigo misma eran buenas, analíticas y calmadas; sin embargo, me he ido deteriorando mentalmente en estos meses y ahora todo empieza a desordenarse (como la habitación que tengo en casa de mi madre), los susurros constantes de frases inconexas sobre mi inutilidad se están haciendo presentes; la angustia y, de nuevo, la ansiedad empiezan a aflorar.

Las escucho... las otras partes de mí se están peleando por qué deberíamos hacer, una parte de mí ya no quiere seguir, está cansada y solo quiere terminar con todo, la otra parte de mí es de mandar todo la chingada, que me lleve la chingada para ser exactos, que la apatía me consuma porque si lo intento saldrá mal y la ultima parte es la que quiere continuar, la que se desvela por encontrar alguna solución a los problemas que me aquejan, la que no quiere seguir en este estupor en el que me he refugiado desde hace unos meses y del cual no he podido salir.

Y mi yo, la yo que escribe esto, no puede orquestar a las demás partes para ponernos de acuerdo en que debemos hacer, por hay dos partes de mí que tienen miedo, que no quieren intentarlo más y si no estamos de acuerdo todas, simplemente no funciono como persona. La discusión empieza.

Con todo esto los pensamientos vuelven, la desesperanza vuelve, los insultos hacía mi misma vuelven, es como si un manto de todo lo malo me envolviera, pero está vez no me he dejado llevar por la desesperación, agarro mi manta y la doblo sobre mis piernas, aun no puedo volver a guardarla porque esa manta representa todo por lo que estoy pasando y pensando, aun no puedo guardarla, no encuentro salida.

Necesitaba escribirlo, sacar esto de mi cabeza antes de que perdiera sentido, antes de que me pierda otra vez.

Espero los próximos meses todo se arregle, sino iré cayendo otra vez a ese abismo del que tanto me ha costado salir, a cual no quiero regresar (porque sé que si regreso a él, jamás voy a poder salir).

ATTE

Diana Albatou