Ayer me hiciste llorar y no pienso decírtelo.
No solo volviste a romper mi corazón, sino que, además, me humillaste. Me pregunto que pasó contigo, ¿por qué te has vuelto tan hijo de la chingada?
De por si sabía que eras un culero, pero… te pasaste de la raya.
Ayer quería verte, incluso si solo hubiese sido un rato, sin embargo, ni te vi y me dijiste cosas hirientes; hoy trataste de hablarme como si nada hubiese pasado, y sé que te importa un comino si pasó o no. Tal vez piensas que así de una vez por todas me alejaré de ti, pero lo que me caga es que no me lo digas tú. Es tan fácil decir que quieres poner distancia, pero no, me haces creer que quieres que este en tu vida, pero me tratas como un perro de la calle: yo moviendo mi colita, haciendo fiestas porque me diste una caricia y después, me espantas porque no quieres que te siga a casa.
Ya ni quieres saludarme a tu familia… otra ocupa el lugar que quiero… que quise.
Hoy fui a una conferencia y quería quebrarme, me di cuenta de que sigo en mis planes de quedarme sola, porque es lo único que puedo hacer.
Soy yo quien tiene un problema, pues elijo a las personas incorrectas para estar junto a mí. Es un lastima en verdad, pues yo pensé que había elegido diferente al elegirte a ti, pero me doy cuenta que no.
Aun así, estoy satisfecha por darte todo lo que te di, aun mi corazón lo tienes tu y yo creo que, aunque no lo quieras, siempre lo tendrás. Me he quedado vacía, con la incertidumbre de saber si algún día dejaré de amarte como te amo.
¡qué va! No dejaré de hacerlo, pero esto ya se dormirá. Ya no volveré a tratar nada de nada, sé que es un alivio para ti, que por fin te dejaré en paz.
Me has hecho tanto daño, se cumplió lo que sabía desde un principio, tu te disté cuenta de que ya no me necesitas más y yo me di cuenta que ahora debo de “desnecesitarte”; quería compartir tanto contigo, quería seguir haciendo recuerdos, seguir viviendo mi vida junto a ti, pero sé, muy dentro de mi interior sabía que no iba a poder pasar. Muchas cosas nos distanciaban y todas esas cosas ganaron.
Las cosas que yo creí que nos terminarían por joder ganaron, y eso me pone triste.
Pero como siempre, debo de hacerme la fuerte y seguir adelante, con la convicción de empedrar mi corazón y jamás volverlo a sacar, ese pinche corazón es muy frágil y se rompe con facilidad como para pasarlo de pendejo en pendejo. Estoy cansada, muy cansada de todo esto.
Te amo, una última vez, te amo, fuiste el amor de mi vida y tal vez siempre te extrañaré.
“Me voy de ti, por falta de compresión, me alejo y a través de mi largo camino no se si lloraré […], me alejo de ti”
Atte
Diana
No hay comentarios:
Publicar un comentario