A unos metros de mi caminaba un muchacho, unos años menor que yo supongo, y me miro. Nos miramos unos segundos y después los dos seguimos en lo nuestro.
No puedo decir porque, pero volví a mirar hacia donde él y otra vez se cruzaron nuestras miradas.
Después de eso, él siguió su camino, yo seguí el mio. Fin de la historia.
Sé que solo fue un encuentro casual, que no hubo nada mágico en el, pero por un momento hubo un algo... fue un reconocimiento o algo así, que me fue grato.
Hace algún tiempo dije que no iba a volver a este blog y casi lo cumplo, pero por ahora me siento medianamente bien y como no tengo con quien platicar pues cuelgo esto aquí para que me recuerde a mi misma que a veces, aun pocas, hay cosas que me siguen sorprendiendo y gratificando.
ATTE
Diana Albatou
No hay comentarios:
Publicar un comentario