tus manos me queman
¡tus labios me queman!
Ese rubor tuyo,
esa complicidad
¿quien pudiera verte así?
me enamoro otra vez con ese gesto.
Y me enloquezco...
me tortura no tenerte...
¡tus placeres, tu calor!
me tortura tu deseo
me tortura tu ilusión.
Pero solo en eso queda:
un deseo trunco,
una ilusión inalcanzable.
Si pudiera tocar tu corazón
y no solo tu cuerpo;
esta tortura acabaría
solo con el roce de tus manos.
pero no,
entre mas me tocas
entre mas me miras
entre mas me besas
mi tortura aumenta
mi locura me consume...
solo por ti... solo eres tu.
Para el muso... lo hice antes de que se volviera inalcanzable, invisible... el ya no existe... si ha ido... mi muso, mi querido muso, ¡ah, cuanto te ame! cuanto te amaré... cuanto amaré lo que eras antes de que me sacaras tan cruelmente de tu vida.
ATTE
Diana Albatou
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