Hoy me puse a escuchar canciones del amigo muerto del fantasma, Lil...
Creo que fue una suerte el haberme topado con Ghost en primer lugar; siento que si hubiese encontrado primero a Lil yo ya estaría más perdida o más deshecha de lo que está mi habitación.
Escucho esas melodías tan deprimentes y siento que con esas si me hubiese ido; la personalidad de este tipo es todo lo que yo pudiera llegar a ser (si me pierdo); sin embargo me encontré con el fantasma, me hizo querer destruirme pero su personalidad (con la cual me identifico) es un poco lo opuesto a su amigo muerto.
Uno se dejó llevar por las pastillas y las drogas (de las cuales habla demasiado en sus canciones) y el otro, odia las pastillas, odia las drogas (menos los hongos), y no desistió, no se fue.
Es algo estúpido como es que estas personas que ni conozco, me lleguen a influenciar tanto...
Después de que Chester se fuera, para mí no hubo algún otro artista que me llamara la atención, que me marcara como él lo hizo...
Y aquí estoy, escuchando canciones sobre cocaína (aunque nunca la he ingerido) y sobre pensamientos suicidas (las ansias aun no regresan); sobre criticas contra mis creencias religiosas (que no las dejaré) y sobre pensamientos de un padre (tan similar al mío).
Creo que la terapia si me esta sirviendo (ni para entumirme con la hierba mala, porque le prometí al que se queda que no lo haría si ya no lo hacía también), he dormido mejor, aunque las ojeras no se van.
Por ahora no hay días ni buenos ni malos porque aun la gente me hiere...
ATTE
Diana Albatou
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