He visto por ahí, a lo largo de los años, imágenes y textos que hablan
sobre la desconfianza hacia los demás, el rencor, la "dureza"... en
fin, el tener un corazón de pierda.
Sin embargo no es algo de lo cual alguien
debiera estar orgulloso; es una situación de miedo y dolor continuo que te
aleja cada día de las personas, que te va pudriendo por completo y te orilla a
hacerle daño a otros solo por la coraza que uno se pone encima.
Es triste...
No es algo que la cultura pop debiese
adoptar... ¡No es algo way! ¡No es una motivación! ¡No es como en los putos
animes!
Es una actitud patética y perversa, llena
de demonios que hacen la vida imposible.
Yo tengo un corazón bien empedrado... se
me llenó de lodo y el lodo se endureció. Aun puedo reír y sentir empatía, puedo
ayudar e interesarme por las personas, pero cuando se trata de meterlos en mi
vida, de abrir las puertas para que todas las bonitas emociones entren...
Simplemente doy media vuelta, tapo los
cascajos y mi corazón sigue ahí, invernando.
Y duele ¡Oh, Dios, cómo duele!
No soy capaz de darme una oportunidad (no
tengo ni un sueño, ni una meta), no abro mi corazón más que para que entre unos
destellos, pero aún sigo con mis miedos.
Ese es el éxito del fracaso: un corazón de
piedra.
ATTE
Diana Albatou
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