Ya sé que está muerto y aunque la mayoría de las cosas se las dije, hoy tengo necesidad de decirlas otra vez (de confesar otras). Esta soy yo, puramente yo, sin dramas (los míos), sin intentos fallidos de suicidio, sin chingaderas de vacío.
Para mi pá:
Perdóname... no quiero empezar con un "hola", ni un "¿como estas?" porque es innecesario, solo quería empezar diciéndote que me perdones:
Por no ser la hija que querías; yo sé que siempre fue tu sueño que yo fuera contadora, pero yo quería letras y al final acabé estudiando estomatología (ironías) y tu querías que fuera una buena odontóloga, ya tenías la ubicación de mi consultorio ¿recuerdas como habíamos dispuesto ya el área? pero jamás podré ser una buena odontóloga y jamás tendré ese consultorio (ni siquiera sé si será mía esa casa).
Perdón por no poder ser la hija que siempre quisiste, nunca socialicé bien con nadie y cuando me mandaste a esta escuela de niños ricos yo solo te decepcione y como siempre tu te echaste la culpa (yo también te la eché después) pero sin embargo fue culpa mía.
Perdóname por mis actitudes, yo estaba ciega queriendo vengarme de ti por todas las mujeres que tuviste, en mi cabeza, al ser tan promiscua te echaba la culpa "tu querías la blanca palomita, me he convertido en una puta" Y lo disfrutaba, pensé que verme humillada también te humillaría a ti y que recapacitarías y sabrías que deberías respetar a mamá, pero nunca supiste que yo era promiscua y que sabía de tus aventuras, para ti siempre fui la santa palomita...
De lo que te culpo (y a mi madre también) fue de que nunca trabajé, ese estúpido pensamiento de "debes terminar tu carrera" y el "te va a seducir el dinero" me volvieron una inútil, una estúpida persona que dependía (dependo) de ti... ¡¿porque demonios no dejaste que me equivocara?! pero ahora estas muerto y yo sigo siendo una inútil que no sabe que hacer.
El negocio va mal, ¡que digo mal! se esta yendo a la mierda y en parte es culpa mía, en parte es culpa de mi hermano y en parte es culpa tuya (tus mujeres, tu alcohol, tu cigarro y tu falta de autoestima), me pregunto si sería diferente si tu no hubieses cometido tantos errores (tal vez estarías vivo, tal vez el negocio estaría bien, yo nunca hubiese sido una promiscua ni estaría tentada a decir si estoy enferma o no, tal vez mamá sería más pretenciosa y todos seríamos otros). Pero cometiste tus errores y tus deudas pasaron ser nuestras y tus presiones pasaron a ser nuestras y tu acostumbrada ausencia nos duele a todos.
También quiero decirte que te perdoné por haber engañado a mamá tantas veces, por haberla golpeado cuando ella te engaño, te perdoné por gastarte el dinero que ni era tuyo, por tener tus amigos de peda (que ni se aparecieron en tu funeral), te perdoné por echarme la culpa por su casi divorcio, por no dejarme estudiar letras, por gritarme ese día en la calle y por esa cachetada que hasta el día de hoy me duele.
Quiero decirte que sí disfruto el trabajo (eso te lo iba a decir ese día que moriste) que me gusta atender mesas y picar comida (sigo odiando lavar los platos), amé atender clientes y sentí la satisfacción de ganar dinero, dinero que sería para la escuela, pero entonces te moriste y renuncié para cuidar a mamá (pasaron seis meses para que pudiera dejarla sola en casa).
Te extraño mucho, aun recuerdo la canción y el trenecito que hacíamos por la casa entre mi hermana, tu y yo ¿Te acuerdas cuando estábamos los cinco, cantando y haciendo casi la conga? Te extraño más en las noches, cuando iba a tu cuarto y te preguntaba si querías café, extraño los domingos y esa necedad tuya de escuchar tu música a todo volumen. Extraño comer contigo y las preguntas random que me acostumbre a decirte para poder platicar contigo, solo porque no me gustaba el silencio que había cuando viajábamos. Extraño que me compres ropa, porque nunca he tenido buen gusto y tu tenías un chingo.
¡Ay papá! como recuerdo que me decías que me conocías más que yo misma y yo estoy segura que no pero nunca te lo dije, solo asentía con la cabeza para que no te sintieras mal y tu seguiste pensándolo hasta que te moriste...
Me tengo que ir, el mundo me espera, las chingaderas del mundo me espera (y trates, muchos trates).
Te amo mucho.
Tu hija, Diana.
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